En Grupo Viconsa cuando llevamos a cabo la construcción de una nueva promoción, apostamos siempre por los materiales de altísima calidad que nos ofrece el mercado para que el resultado final garantice el confort y bienestar de nuestros inquilinos.
Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de adquirir una vivienda y quizá, no se valora o desgraciadamente no se aprecia hasta que no se habita en la vivienda, es la temperatura interior. Y nosotros sabemos que lo que toda persona busca es estar a gusto en casa, estar en un espacio en el que se sienta cómodo y confortable.
En un primer momento nos centramos en el número de habitaciones, tamaño y accesorios del cuarto de baño, las dimensiones de los dormitorios, armarios empotrados, la distribución general de la vivienda y un largo etc. Sin embargo, cuando llegan los meses de calor o de frío extremo, empezamos a fijarnos más en el aislamiento de nuestra casa.
Aislamiento en viviendas
Queremos contarte qué tipos de aislamiento se llevan a cabo hoy en día y por qué es un aspecto al que debemos prestarle especial atención. Una vivienda bien aislada ayudará a que la temperatura de su interior sea más estable y además, será mucho más tranquila ya que los molestos ruidos del exterior no penetrarán con tanta intensidad.
Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de elegir el mejor aislamiento para la vivienda es la orientación, el asoleo disponible y el clima general del lugar donde se encuentra. Porque si tenemos una vivienda con grandes ventanales el calor entrará en la casa y se creará un efecto horno en el interior. Por ello, esto se debe tener muy en cuenta para elegir el grosor del aislamiento y el tipo.
Debemos prestar atención a los puentes térmicos
En primer lugar, os explicamos qué son los puentes térmicos. Los puentes térmicos son las zonas de la vivienda que están en contacto con el exterior, es decir, aquellos puntos de la fachada, el tejado, un muro o un ventanal donde se transmite el calor de manera más rápida que en el resto de la superficie e interrumpe la continuidad del aislamiento. Esto se debe a que uno de los materiales es más conductor que el otro, o simplemente, porque uno está en contacto con el aire de dentro de la vivienda y el otro con el aire del exterior. Por ello, debemos evitar los puentes térmicos.
Esas pérdidas de aire o pérdidas de calor pueden suponer el 25% del total de pérdidas energéticas de un hogar, por ello, debemos prestar mucha atención para que esto no suceda en nuestra vivienda.
Llevar control de la transpiración de la vivienda
La transpiración es una de las claves a tener en cuenta para no sufrir humedades en el interior de nuestro hogar. Aunque no nos demos cuenta, en el interior de las viviendas se genera mucha humedad, en el baño y la cocina principalmente, por esta razón, siempre se insiste en la importancia de ventilar diariamente la casa, porque en muchas ocasiones las casas no son capaces de absorber toda la humedad generada y ésta se queda impregnada en los materiales de construcción, muebles y telas.
Si un material no es transpirable y no deja pasar la humedad, hará que en el interior de la vivienda proliferen bacterias, virus y moho, convirtiendo nuestro hogar confortable en un lugar muy poco saludable. Muchos aislantes que se utilizan actualmente son derivados del petróleo, como el poliestireno o el poliuretano proyectado, tienen buenas cualidades aislantes y son económicos, sin embargo no transpiran y no permiten el paso de la humedad. Por lo que aconsejamos estar al tanto de las características de tu vivienda para no llevarte sorpresas en un futuro.
Factores para saber la calidad del aislamiento térmico
La eficiencia del aislamiento se puede medir analizando dos factores, la conductividad térmica y el grosor.
Conectividad térmica
La conductividad térmica es la capacidad aislante que tiene un material y se determina en función de su densidad. Generalmente esta información la aporta el fabricante del material. Esa conectividad refleja el flujo de calor en vatios a través de un material de 1 metro de espesor. Se expresa en W/m.K, cuanto menor sea el valor de conductividad térmica, mayor será la capacidad aislante de nuestro material.
Grosor
Es vital conocer el grosor del material aislante para conseguir el mayor aislamiento posible. Para calcularlo, necesitaremos recopilar la información del lugar: la incidencia del sol de la fachada y el tejado en nuestra casa y la climatología.
Tipos de aislamiento
Existen varias técnicas para llevar a cabo un correcto aislamiento en la vivienda, os contamos los métodos más utilizados.
- Aislamientos por densidad: es el aire atrapado en el interior del material. Esta técnica aísla en ambos sentidos y no depende de la dirección del flujo de calor.
- Aislamientos reflectantes: materiales con capacidad de irradiar calor, gracias a su alta reflectividad y su baja emisividad. Se conocen como reflectantes porque tienen una capa brillante y su capacidad aislante depende del sentido del calor.
Dónde instalar el aislamiento para no fallar
Cuando pensamos en aislamiento, nos quedamos con que el aislamiento es el material que se encuentra en los muros, sin embargo, también tenemos que tener en cuenta el calor o el frío que entra en la vivienda a través de la cubierta o el suelo.
- En climas donde hay mucho sol, lo ideal es proteger las cubiertas con un incremento del grosor del aislamiento o añadiendo estrategias de diseño bioclimático como una cubierta ajardinada que ayudará a refrescar el ambiente.
- En climas fríos, lo ideal es construir la casa que contengan cámaras de aire para separar nuestra vivienda del contacto del suelo y aislar la parte inferior del pavimento y no perder calor.
Mantén tu casa fresca en verano
Cuando aprieta el calor y penetra en nuestro hogar es algo complicado sacarlo de ahí y sobre todo si no se cuenta con ayuda externa de aires acondicionados, ventiladores o sistemas sofisticados de climatización integral. Te contamos a continuación cómo puedes mantener la casa fresca sin necesidad de padecer o sin necesidad de pagar altas facturas de luz.
Ventilar por las mañanas y por las noches
Cuando llegan las primeras horas de la mañana o las últimas horas de la noche, lo conveniente es ventilar la casa porque en el exterior las temperaturas han conseguido bajar ciertos grados. Lo ideal es que la vivienda cuente con ventilación cruzada, es decir, la ventilación natural que se produce mediante corrientes producidas por ventanas opuestas. Con ese simple gesto, encontrarás una casa ventilada y fresca por la mañana.
Doble acristalamiento en las paredes
Debemos prestar buena atención a nuestras ventanas, son la parte del edificio donde más se registran las pérdidas energéticas, por lo que si optamos por ventanas de doble acristalamiento aumentará nuestro confort, tanto en verano como en invierno. Puedes ayudar a la acción de estas ventanas colocando toldos y persianas para evitar la incidencia directa del sol.
Aislar el suelo
Ya lo hemos comentado, el aislamiento con cámaras de aire en la parte del suelo es vital para no perder energía calorífica en la vivienda. Aunque también existen técnicas que colocan un aislamiento térmico en suelos secos para reducir esas pérdidas energéticas. Su colocación es sencilla y muy rápida, por lo que muchos optan por cubrir los suelos con estos materiales.
Burletes en las puertas
No sólo tenemos que fijarnos en el estado de nuestras ventanas, también de nuestras puertas. La puerta de entrada tiene una cara en el interior y otra en el exterior, por ello, aconsejamos colocar burletes para ajustar su cierre y convertirla en una puerta mucho más hermética. Los burletes son muy flexibles y están hechos de un material aislante, se instalan fácilmente y es una solución barata y sencilla que todos pueden realizar.
En cuanto a las puertas del interior de tu vivienda, tendrás que valorar las corrientes de aire, cuáles son las habitaciones más frescas y más calurosas para decidir correctamente cuál abrir y cuál cerrar.
Minimizar el uso de electrodomésticos
Los electrodomésticos emiten calor aunque no nos demos cuenta. En verano evita sobrecargar la casa utilizando muchos electrodomésticos al mismo tiempo, y si decides cocinar con el horno, intenta que sea cuando hayan bajado un poco las temperaturas, porque sin quererlo estaremos calentado la casa más de lo normal.
Aire acondicionado 26º
Saber utilizar el aire acondicionado es primordial para que no se nos disparen las facturas de la luz. Ten en cuenta que por cada grado que bajes para enfriar más la casa, subirá tu consumo entre un 6% y un 8%. No abuses de esos grados y utiliza ropa ligera en casa.
Tanto ventiladores y aire acondicionados deben llevar un mantenimiento, debemos mantener los filtros limpios, libres de polvo y cuerpos extraños en la salida y entradas de aire para que su rendimiento sea excelente y no paguemos más de lo que debemos.
Opta por las plantas
Rodearse de plantas es una estupenda opción, son perfectas para bajar la temperatura ambiente de la casa. Es una forma de darle un toque diferente a tu hogar, la naturaleza en casa es perfecta para sentirnos mejor. Si cuentas con un pequeño jardín o una terraza, no dudes en comprar plantas para que te ayuden a regular la temperatura, pueden llegar a reducirla un par de grados, y eso en verano se nota. Elige enredaderas o pequeños arbustos que además, darán mayor sombra.
Por otro lado, si cuentas con una zona exterior de terraza que se puede mojar no dudes en hacerlo. Ayudará a refrescar el ambiente cargado y las baldosas no emitirán tanto calor.
En Grupo Viconsa, nos preocupamos por el aislamiento de todas nuestras viviendas. Buscamos la eficiencia para ayudar a un mayor disfrute y confort en todas las estancias. Durante el diseño de nuestros proyectos, investigamos y analizamos al detalle el tipo de aislamiento y posterior instalación para que no existan grandes pérdidas energéticas. Este estudio nos garantiza el ahorro de energía durante los meses de verano y de invierno.
En Grupo Viconsa realizamos viviendas saludables y eficientes.